lunes, 30 de agosto de 2010

PENSAMIENTO ADOLESCENTE

Algunas de las capacidades intelectuales que maduran a lo largo del período que llamamos adolescencia, en sus diferentes etapas, son:
  • Crecimiento de la facilidad para manipular abstracciones. Tanto de palabras que adquieren significados más precisos, como de ideas y conceptos, que lo llevan a la formulación de hipótesis.
  • Capacidad de hacer análisis y síntesis. El sujeto puede tomar una situación, buscar los datos esenciales que la forman y describirlos por separado. En forma complementaria, une conceptos y busca la relación que hay entre ellos.
  • Habilidad para hacer discriminaciones más reforzadas. El chico empieza a observar detalles más puntuales de las personas, las circunstancias y los hechos cotidianos, y empieza a darles significados personales.
  • Capacidad para hacer generalizaciones más exactas. Observa, compara y saca relaciones entre los sucesos, emitiendo sus propias conclusiones ante éstos.
  • Deja de usar el método de ensayo y error, y logra idear y planear. Se adquiere uno de los principales rasgos de la inteligencia humana, que es pensar antes de hacer, calcular costos y riesgos mentalmente, antes de iniciar las experiencias concretas (aunque esto no llega desde el primer momento de la adolescencia).
  • Apreciación de metas a largo plazo. Con la posibilidad de posponer gratificaciones concretas y cercanas por las posibilidades que implican proyectos y planes futuros (aunque esto no llega desde el primer momento de la adolescencia).
  • Alejamiento de orientaciones de valor único. Comprensión de la amalgama compleja de valores y la posibilidad de comprender que una sola persona puede tener cualidades y defectos, aplican el juicio crítico y adquirieren la posibilidad de matizar sentimientos y rechazar el maniqueísmo.
  • Afán por la evaluación y la crítica, incluido el mismo sujeto. Es una etapa donde todo es cuestionado, se analiza, se critica, se elogia y se rechaza en ocasiones por el solo gusto de hacerlo y en una búsqueda insaciable por encontrar la razón y la verdad de las cosas.
  • Búsqueda del autocontrol racional de uno mismo. Esto se da en pensamientos, sentimientos y deseos, dejando atrás el egocentrismo y la búsqueda de placer a toda costa (propio del inicio de la etapa adolescente).
  • Uso constructivo de la imaginación. Elevando los pensamientos del nivel concreto a las operaciones formales, iniciándose en la creación de utopías y discutiendo por lograr mejorar el mundo.
  • Capacidad de sacar conclusiones lógicas que lleven a una meta. El sujeto no está razonando únicamente sobre lo que tiene delante, sino sobre lo que no está presente y llega a conclusiones que desbordan los datos inmediatos.
Puede decirse, en resumen, que el sujeto no razona sólo sobre lo real, sino también sobre lo abstracto, y esto implica que lo real pasa a ser sólo un subconjunto de lo posible, lo que está dado en ese instante, pero que él es capaz de reinventar y elaborar utopías.
Antes el sujeto podía actuar sobre las cosas, aquí va a hablar sobre las cosas además de actuar sobre ellas. El lenguaje ocupa un lugar muy importante, pues lo posible sólo puede formularse en términos verbales.
El adolescente se aventura en su pensamiento y juega con él, interpreta la experiencia y la manipula, crea condiciones para poder observar un fenómeno, aísla las variables que lo producen y formula hipótesis y las contrasta para ver si son ciertas o falsas, experimentando con las ideas como antes lo hacia con los juguetes.

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